NUEVOS SONIDOS

martes, 12 de noviembre de 2013


HAY GENTE RARA POR TODOS LADOS


Brian Zembic se propuso hace 17 años ganar 100.000 dólares de una manera relativamente simple pues, para conseguirlo, tan solo tenía que atreverse a ganar una insólita apuesta: implantarse prótesis mamarias para conseguir que sus pechos fueran similares a los de una mujer. Sin dudarlo un instante, Zembic se «lanzó» al quirófano y se puso pechos. El problema es que hoy, camino de una década después de que Zembic se lanzara a cumplir el extraño reto y con ello ganar la apuesta, este británico se niega a despojarse de sus pechos

Zembic, un mago residente en el Estado de Nevada, se operó en 1996 y se comprometió a mantener sus prótesis durante un año, aunque más tarde optó por no retirárselos.

Tal y como narra hoy el rotativo «Daily Mail», Zembic considera que sus pechos artificiales forman ya parte de su vida y no ve por ello motivo por el que acudir de nuevo a quirófano. Tener pechos — cuenta el diario británico — ha hecho a este mago mucho más sensible a las necesidades femeninas y así lo confirma, de hecho, su adolescente hija de 13 años: «Podría decirse que es como mi madre y mi padre al mismo tiempo», afirma. Además, hay algo más que hace que este británico no retire sus implantes, y es el miedo a cómo quedarán sus mamas una vez los médicos le retiren las prótesis: «Creo que sería horrible», asegura.



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